domingo, 22 de diciembre de 2013

carta de amor

Demasiado tiempo sin saber de ti,
atrincherada
vivo esta vida nueva
de mañanas azules, brillantes,
donde no hay congoja ni nada se espera,
adormecida
al arrullo de otros cantos.

Pero a veces añoro hablarte
con esta voz opaca
teñida de amor y amargura,
oscura y expuesta al escrutinio de los ojos,
sin muestras de aliento,
donde soy tan verdad y  tan mentira.

A veces, se me olvida que no te quiero.

Que tus palabras fueron ingratas y dolieron,
que tus manos fueron caricia en otras pieles
y repitieron los mismos versos
que susurraste en mi oído,
que fui una más y nunca una,
que mis pasos fueron cortos
y tu desdén frío y certero.

Y aún a veces, sólo a veces, recuerdo tus labios
y tiemblo.



Pareja con la cabeza llena de nubes de S. Dalí

miércoles, 27 de noviembre de 2013

noviembre : latente

Latente
me contemplo
suspendida en el abismo
ineludible, abstracta
no soy ya
materia ni tacto
sólo soplo
latente que espera
el viento que arrase
despertando
en otra mañana.


Schiele

sábado, 2 de noviembre de 2013

Los hombres como tú.


Los hombres como tú no son buenos,
socavan corazones con manos de azada
y liban las entrañas.
Sólo dicen amar en papeles al viento
arrugados de lágrimas tras la pérdida,
pero su ojos prometen pasiones
que no demuestran y sin embargo
sus labios propagan incendios
que nuestra humedad no apaga.

Los hombres como tú llevan la soledad
marcada en la piel con navaja,
dejan dolor, desazón y una ansiedad
vieja de años perdidos,
de amor malgastado,
de esperas estériles sin caricias.
Coleccionan mujeres frescas, repletas
de emociones con almas generosas
y las devoran
y las abandonan
como restos inútiles.

Los hombres como tú no saben amar,
olvidan promesas, ignoran,
se acoplan a un silencio áspero
y nunca se marchan del todo.
Pero no sabemos sino amaros
con toda la rabia, con todo el miedo,
con la ternura de un momento
a sabiendas que existen las otras,
sin esperanza.

domingo, 20 de octubre de 2013

Wendy

Sobre la piel
la ausencia y la rememoranza
de los labios, de las manos temblorosas.
El deseo.
No se apagará esta hoguera
de trompetas,
de fusiles y hombres lastimados
de mutilados miembros.
No cesarán los tambores,
ni llorarán las mujeres
por mi alma.
Saben que estoy perdida.
No quiero ser el cuerpo sin rostro,
ni la amante triste.
Ni esperar tu llamada en la tarde
si no me amas.


Fotografía de Fabien Queloz

martes, 8 de octubre de 2013

La espera doliente : estatua en un parque.

Te espero amor, en esta madrugada fría
sin sueño.
Soy la estatua triste del parque que invocabas
al gato atropellado, el niño perdido,
tu aliento.
No conozco otro camino que la huída
de la negra noche donde no existo,
dónde soy cáliz,
el despojo de tus brazos.

Habré de cruzar la frontera
con esta flojedad que me habita
asida a las costuras de tu camisa blanca
a los pétalos de tu boca
a la negación de los verbos,
a la agonía de tu lamento que me conmueve
y me desdobla.

Te espero amor, y aún me alejo gris
sin tregua.
Seré recuerdo sin espinas feroces.
Dejaré reverberando en los ecos de tu lecho
todo este dolor extraño,
todo este amor consumido
en ausencias,
en palabras lanzadas al viento
en silencios repletos de piel y llama
aferrada,
mientras llega la mañana.

L,amore Perduto

jueves, 26 de septiembre de 2013

Donde se arrojan los corazones rotos.

fotografía de Katarzyna Widmanska

Habrá que cerrar los puños
y asirse a lo que quede,
con los restos de la memoria
y la desesperanza
de esta tierra árida, impúdica,
que anega mi cuerpo.

Las flores están marchitas.

No hay pecho que me acoja
aunque dulces son las voces
y lamentos en mi huída.
Soy apátrida en este corazón
confuso que no me reconoce,
que contempla la crueldad
de los ojos abiertos,
de las noches insomnes
de las ventanas sin visillos
al mundo.

No se puede salvar a quien no quiere.

El amor huye de mí
sin remedio.
No existe refugio,
ni consuelo.
Arrancando con su gancho certero
el tupido velo que me ciega,
devorando la esperanza,
canibal insaciable de la dicha.
Lanzando sobre mi lecho
esbozos de los cuadros descolgados,
de los trozos de papel
que escribieron otros nombres.

Donde se arrojan los corazones rotos.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Herrumbre


Se volvió polvo el corazón,
fue vano el escalofrío,
el andar de tus dedos
sobre mi cuerpo desnudo.

Fueron inútiles las caricias
de la tarde
con el sol adormeciéndose
tras los visillos.

Se quebró el sortilegio
con las últimas palabras
y las herrumbre de los años
cegándome los ojos.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Llanto

Nunca me has visto llorar,
hundirme en esta tristeza
que me provoca, esa forma
tan tuya de apartarme de tu vida.

Deberías haberme dicho
que sólo deseabas un cuerpo
prestado y un lazo grande
para atarme el alma.

G.Klimt

lunes, 26 de agosto de 2013

Ávida de ti

¡ Qué no acabe la tarde !
Que me arrope este silencio
Caliente de agosto
Acogedora caricia
En la piel desnuda
El desvarío absurdo
De qué me piensas
Ávida de ti
Naúfraga de ti
Quemando este calor
La distancia
Con la voracidad
Del incendio que me arrasa
Te imagino
Amando a otra
Soñando a otra
Y otra vez muero
Al morir la tarde
Ávida de ti.

autor desconocido

domingo, 18 de agosto de 2013

Reiteración

Salvador Dalí

Tan sólo
me declaro mujer,
apasionada hembra de este juego,
desarmada y herida, cautiva
en esta entrega
que no se detiene,
que no finaliza.
Vuelvo sobre mis pasos
cuando ya me he ido,
deteniéndome en el umbral
paralizada amanezco
escuchando los tambores,
el grito de guerra, el plañir
de tus oscuras ansias
me invoca,
ave prisionera de tu canto
del que no soy destino.
Escapando de mi.

Soy yo,
mujer de agua y fuego,
tierna transparecia
de tus antojos.
Tropezando y cayendo
en esta ley que no es la mía
en el oscurecer de ese cielo
que se apaga, al clamor
de cientos de voces
que gritan que me aleje,
Escuchando sólo el susurro
de tu aliento,
en la persistencia muda
espero la caricia
que no llega,
despojándome del dolor
de tus desdenes,
de los agravios de tu ausencia
del orgullo perdido
en pos de una quimera.

martes, 30 de julio de 2013

Improperio

Cuantas veces
sin poder contener el llanto,
habré gritado,
susurrado,
blasfemado,

Te quiero cabrón,
te quiero.

Y ahora dices
que nadie así,
te ha declarado amor.

¿ Magritte ?

domingo, 21 de julio de 2013

Colgada

Colgada.
Colgada en esta red invisible, mirando el punto verde que me indica tu presencia. Ahí estás, o estabas hace cinco minutos, una o varias horas.
Y la vida sigue entre canciones y poemas, comentarios, fotos y alguna sonrisa que atisbo prendida a mis fantasias.
Y la mujer que soy se deconstruye entre esta lineas tan mías, los pedazos de mí que voy depositando a la vista de todos, piezas sin sentido que sólo tú unirías, en la presencia diaria de cada personaje que respiro, tras cada uno de los que amo y venero. En todos y cada uno de mis silencios.
Fragmentos de esta mujer abandonada de tus caricias, cosidos al hilo de la pasión y la desesperanza, sobreviviendo al abrigo de otros, absorviendo su calor y su deseo,
Soñando con que se deshaga el sortilegio que me embriaga, el hechizo de tu presencia en mi vida. Que llegue al fin el olvido, desposeído de ti.
Y no se cumpla el presentimiento, la certeza que dormido el recuerdo, permacerá vacío el hueco en el que me habitas.

G. Braque

lunes, 15 de julio de 2013

Tardes frente al mar

Playa soy.
Compacta, horadada por tu huella.
Desmenuzada, apelmazada,
pero firme y constante.
Me dejo llevar por tus envites,
y permanezco
acariciada por tu sol,
desposeída por el viento.
Llorando lágrimas de sal
al caer la tarde,
si no regresas.







El mar, reflejo en mis ojos
siguiendo las lineas que dibujas.
Los sentimientos, albatros al aire,
breve trazo de espuma, caracola.
El ocaso contenido en un suspiro
observa el vuelo audaz
de la pregunta.

"Nada más puedo ofrecerte".

Las olas lamen lentamente
un corazón de arena abandonado.

martes, 18 de junio de 2013

Pensa-miento.



Y pensé que todo estaba en mi cabeza,
que de nuevo había inventado
un sueño de tus pies y mis pies enredados
y sábanas blancas.......
Caminando al borde de tus ojos
las cálidas palabras
que siempre faltaron.

martes, 11 de junio de 2013

Restitución y tristeza

La tristeza del rey de Matisse
Ni un sólo día he dejado de pensarte,
de sostenerme en los brazos de tu abismo,
tambaleante, mi piel naúfraga de tí.
Insondable el pozo oscuro al que me arrastras.
Cadencia sutil tu voz en la distancia,
arrullo que perpetua mi entrega.
No puedo sino decir que sí, contiéneme,
desata los lazos, lacera mis heridas.
Soy el libro abierto, el último de tus poemas,
el encriptado significado
de lo que puedes llamar amor.

domingo, 2 de junio de 2013

Marejada de fondo

Ya no jugaremos más este juego.
Las cartas tiritan sobre la mesa
en esta apuesta arriesgada,
descubriendo el pálido rostro,
la faz oculta de nuestros devaneos.
Y me contemplo derrotada,
vil intrusa, polizón desairado
de esa larga travesía a ninguna parte.
Donde todo era nada y nada importaba,
deseo procaz sin horizontes.
Donde las lanzas herían con
ojos cerrados.
Donde los caminos divergían
y se encontraban,
sin rumbo.
Y crueles las mentiras
dos y dos sumaron cinco.
Qué necesidad hubo de seguir
dañando, de exponerme
a la grandeza de su juicio.
Tú y yo, atolondrados
actores de una farsa,
protagonistas de este vodevil
alimentado de tus ansias.
Y arrastraré la penitencia
de tu flaqueza,
el gesto obtuso y el silencio
impenetrable de sus ojos
llenos de lágrimas.

G. Braque

martes, 21 de mayo de 2013

Improvisación 19

Kandinsky "Improvisación 19"

Los días laborables de ocho a cinco,
los libros sobre la mesa,
el ordenador encendido,
los hombres sin un pelo de tontos,
los cínicos, los descreídos,
los atormentados que se desahogan
escribiendo.
Las motos y los motoristas,
los días de lluvia.
Las iniciales en un frigorífico
con la palabra magia.
No poder dormir y pensar
una razón, cualquier excusa.
El número veintidós y el piso
cuarto, los gatos.
Una estación, el banco del
parque, el parque mismo.
Esperar la hora en un coche,
encontrar aparcamiento,
una habitación con visillos,
hacer el amor con los ojos
abiertos.
La música y los poemas
de Angel González, Salinas.
Un trozo de velcro guardado
junto a un número de cuenta.
Un libro y una pulsera de plata.
Trazos, pensamientos,
lo que me habla de ti.

sábado, 11 de mayo de 2013

Tú ya

Ya no escribo.
Y no será porque no tenga nada que decirte. Me quedaron dentro tantas cosas, que aún siento la naúsea de tanto contenerme.
Pero como conjurar la pérdida, la credulidad, la desnuda percepción de la mentira, mil veces repetida, latiendo con el ritmo ronco de tus poemas, aferrada a tus labios.
Ya no lloro ni espero.
Y dejo pasar los días en esta tibieza que me envuelve, indolora, acallados los sentidos ante esta primavera abrumadora. Negando la evidencia de que no volveré a enamorarme.
No de esta manera.
Porque que ha de acontecer en el flujo natural de las cosas para que pueda confluir en este mismo espacio que ocupo, en este mismo tiempo, otro como tú. Parecido a ti. Que pueda desordenar mis días, ocupar las horas, volverme música y suspiro, hacerme estallar y desaparecer.
Porque bien sabes, que aunque acompañaran mis silencios tus silencios, aunque no compartiera tus noches, aunque apenas fuéramos piel, cuanto pude llegar a pertenecerte.
Tuya.

Pablo Picasso

jueves, 25 de abril de 2013

Indolencia



En la dureza de mis pezones
se dibuja la curva de tus manos.
No será hoy la noche
de los arrepentimientos,
ni disfrazaremos la lujuria
de tiernas palabras.
No es tiempo ya de adornos ni reparos,
el gato dormido dejó de acurrucarse
entre mis piernas y la madrugada
olvidó los sobresaltos.

Dancemos este baile maldito
mirándonos de soslayo, mintiéndonos
porque no hay verdad que nos ampare.
El viento barrió la ternura de antaño
y la piel enamorada allá quedó,
suspendida en los andamios
indolentes de su cuerpo.

jueves, 11 de abril de 2013

Lance

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Octavio Paz



Librar de nuevo una batalla.
Un no, no, no, mas no, nunca mas.
Juguemos esta baza tú y yo frente a frente. Ahora que tu corazón trilero anda distraído en otros azares y poco importa ya el lance que me enseñes.
Aún hay deseo en tus ojos y siento la codicia de tus manos rapaces. 
Todavía osaría abandonarme en esta ingravided que me provocas. En el desasosiego húmedo y tibio tan inevitable y amargo.
La tarde y este ocaso deberian recordarme la partida y aún me quedo prendida. Desalojada de sentido y absorta.
Cualquier excusa es buena.
No, no, no mas, porque nunca habrá una palabra tuya, gesto que me sobresalte, que llene de imprevisibilidad esta certeza absoluta de lo previsible.
Porque esta mujer se volvió noche desde el mismo instante que besaste sus labios, perdió el rumbo y extravió el camino de regreso.

jueves, 28 de marzo de 2013

Lo que me quedará de ti

Qué me quedará de ti cuando lleguen las auroras,
las noches insomnes sin estrellas.
Recordaré acaso tu voz, tu rostro, la tenue sonrisa
esbozada, el abandono callado de tus labios
perfectos, el inequívoco látido, el temblor
que anticipaba tu llegada. Tus manos.

Me entretendrá  aún la sombra de tu cuerpo
desnudo, el dulce aullido desfallecido de tu entrega,
el soplo, los tambores, el grito triunfante de mi goce.
El aroma de ti, en mi pliegues impregnado.

Te nombrarán si, los versos asonantes de mis rimas
mientras canten los grillos y resplandezca la luna,
mientras me envuelvan las mismas rutinas,
las mismas gentes y recuerde tus ojos.

Pero si nunca te amanecí, si apenas me estrechaste
entre tus brazos, si tan poco de ti obtuve.
¡ Qué me quedará de ti, amor, cuando se me olvide
pronunciar tu nombre, se pierdan los ecos,
las palabras,  de tu huella el rastro ! ¡ Qué me quedará
de ti cuando sin estrellas, me cerque la noche !

Noche estrellada de Vicent Van Gogh

jueves, 21 de marzo de 2013

Conclusión

Es tiempo ya. 
Olvidemos nombres, fechas, sitios.
Enterremos para siempre
todo lo que nos recuerde,
bancos, parques, estaciones,
el calor de las manos,
el roce de los cuerpos,
toda la música con la que
no bailamos,-olvidaste tus zapatos
hace décadas-, mis sueños.
Que no quede ni una brizna,
ni un detalle, ni una pequeña
cosa que me desvele,
que me sobresalte en este mundo
de luz al que me arrojas.
Ingrato, frío, sin drama.
Donde solo queda la certeza,
de mi terquedad y tu desidia.


jueves, 14 de marzo de 2013

Silencio y hielo

Reconocer el nombre entre tus papeles y palidecer. Un zumbido, un temblor, el escalofrío inmenso y la punzada amarga del olvido y la traición.
Que era sino ayer, cuando todavía esperaba amarte entre esas paredes que nada nos decían y prometían guardar el secreto de nuestros nombres.
Que somos hoy, sino títeres de esta tragicomedia, otra historia olvidada, sepultada en el fondo de tus libros y vivencias, la página ardiente que consumió mis horas, los restos de un amor -mi amor-sin medida ni futuro.
Y aunque te aborrezca de tanto como me duele, aunque no pueda perdonarte tu cobardía,  el cruel abandono que vestiste de espera, e ignoraras la súplica expresa de que me miraras de frente. Yo, que deposité mi alma en tus manos.
Callo y guardo la tristeza entre estos lienzos, mientras contemplo y te imagino absorto en nuevos horizontes, con los silencios y el hielo rellenando los vasos.

martes, 5 de marzo de 2013

Tu perra

Subamosa

Que queda ya, si no que me mires de frente
y me devuelvas la frialdad del espejo,
el murmullo de las hojas naciendo
en el jardín que deshabito.
Que queda si no esta niebla densa
que me conduce al olvido.
No te conocieron mis manos
mientras dibujabas las olas,
anillando mi muñeca con el aro
límpio de tus deseos.
Aún entonces pensé que me devolvías
un trozo de mi dicha, de ese sueño
de vagabundo errante tras tus pasos.
Y mientras desgranabas
estúpidas anécdotas de mi vida,
borrabas los ejes de la memoria
de tus oscuras andanzas,
de tus impíos procederes.
Sólo he amado a tres mujeres,
me dijiste. Y sabes,
entonces quise ser tu perra.

miércoles, 27 de febrero de 2013

A la deriva



A la deriva.
Los brazos, el cuerpo tierno,
los pliegues de mi falda sobre tus rodillas.
Todo el candor,
la inocente belleza de la sonrisa,
el mirar profundo y ese interés
por conocer al hombre que te habita.
Todo se vino conmigo detrás de ti.
Nada quedó tras el naufragio.


viernes, 22 de febrero de 2013

Palabras perdidas

He buscado las palabras que has perdido, entre los cajones y la tierra de mis plantas.
He abierto armarios, ordenado estantes, corrido muebles, descubierto surcos.
No  he encontrado rastro, ni una sombra reflejada.
He perseguido alguna estela de promesas vacías y arcanas, subiendo cerros, cruzando arroyos.
Nada.
Te juro que he tiritado de frío mientras de todo me despojaba.
No hubiera ser que alguna se hubiera prendido en el dorso de mi espalda.
Pero no están, se perdieron, en algún hueco entre el ayer y mañana.
Y son, ¿recuerdas?, aquellas, tus palabras. Las que un día fueron.
¡Yo tanto las necesitaba!

domingo, 17 de febrero de 2013

Intemporalidad

La persistencia de la memoria de S. Dalí
Sabes que te amo mas allá de mi misma.
De la mujer que soy y a quien pertenezco.
Que desfallezco una y otra vez
en la tibieza de tu abrazo,
en ese no estar, no hacer,
no decir, que te define.
Me derramo y persevero como un niño
en su juego, sin tiempo ni límites
si de ti se trata.
Y si encuentro salida, atisbo el fin
vertiendo mi última lágrima,
apareces etéreo, fugaz, llamándome
para que yo solo lo sepa,
amarrándome a ti como naúfrago
a su balsa, sin rozarme ni hacerme tuya.
Y despierto febril de un sueño,
que sólo yo he soñado.
Volviendo a darte tiempo.
Todo el tiempo que no poseo.

sábado, 9 de febrero de 2013

El sabor de un beso

¿ A qué sabe un beso?
Beso de sol y miel, doblegado, rendido.
Agazapado en el ansia oscura,
el puro instinto de los labios
que se recuerdan y reconocen.
Maquinaria perfecta, engranaje:
dos bocas,dos cuerpos ebrios,
el lazo de los brazos,
la cadencia,el ritmo ronco de los corazones.
No sabes mentirme cuando me besas.
No hay otro beso, que tu beso.
Breve destello que todo lo apaga.


domingo, 3 de febrero de 2013

Lo que escribo

Amantes de Ricardo Carparni

Escribo todas esas cosas que no puedo decirte,
todas las palabras que se quedan en mi boca
cuando te veo, y callo.
Porque sólo te miro y escucho,
y te digo que estoy bien,
como dos conocidos tras meses sin verse.
Y mi voz ronca, ahogada, repleta de emociones,
es un gorrión asustado
que come las migas de tu mano,
hablando de lo cotidiano,de nuevo escapando
a la realidad palpable de nuestras vidas.
Y dónde queda la certeza de tu señorío,
el poder que te infiero tras cada frase
escrita, en los e-mails enviados,
en las lineas escondidas que pienso que conoces.
Será que has decidido que sólo puedes
vivir tocando musgo y arcilla,
con los pies firmes, enraizados en la dureza
del asfalto. Será que ya no formo parte
de tus sueños y solo conoces esa forma
de no decirme nada para que me entere.

miércoles, 30 de enero de 2013

En tu regazo

En tu regazo,
mientras vuelves a secar mis lágrimas
y me acunas suavemente,
me dices que soy bella, tierna.
Me perdonas por querer
inténsamente,
por no haberte escuchado
de nuevo.
Y me sanas,
una vez más,
para sólo pensar
en volver a sus brazos.

El abrazo





viernes, 25 de enero de 2013

Re-construcción

Construyo tu vida con tickets de compra, retazos, palabras perdidas, personas que se acercan y me hablan de ti.
Sabían que te conocía.
Algunos creyeron ver en la mañana algún beso furtivo y sonrieron para sus adentros.
Creían conocerte, ilusos.
Pero no sabían de tus besos como yo, ni del aroma de tu piel.
Ni lo que escondía esa sonrisa torcida ni el oscurecer de tus ojos.
Y mientras intercambiamos el alma, te fuiste haciendo pequeño, torvo,no fuera a ser que quisiera herirte.
Y sé que no te gustará nada que me siga inventando esta vida tuya, ahora que apenas tengo nada con que reconocerte.
Ahora que has ido cerrando postigos y ventanas y he olvidado el nombre de tu calle.
Pero no has contado con este proceder cautivo, el veneno inoculado que aún corre por mis venas.

lunes, 21 de enero de 2013

Desprendimiento

Quiero ser roca desprendida
y rodar,
hacia abajo, rauda.
Desprendiendo esquirlas,
pedazos de mi esencia,
y desaparecer.
Sólo desaparecer.


martes, 15 de enero de 2013

Felicidades, pelirroja

Una llamada, tu llamada, me sorprendió esa mañana.
La esperaba. Te lo había pedido.
De todos los teléfonos que sonarían, de todos los mensajes recibidos, tu llamada era la única que esperaba.
Tu voz. Casi no pude reconocerla y aún así salté como un resorte.
Tardé unos segundos en comprender que eras tú al otro lado del teléfono.
Tú al otro lado del teléfono.
Meses sin oir tu voz al otro lado del teléfono.
Nueve cifras por marcar. Nueve números y un suspiro.
Felicidades, pelirroja.
Modigliani - Tête Rouge

viernes, 11 de enero de 2013

Reclamación intranscendente

Puedes pensar que ya está todo dicho,
resueltas las dudas,
muerto el deseo.
Que mis dedos desangraron palabras
en papeles de espuma,
mientras dormías,
para reconstruir ese sueño
que se nos fué de las manos.
Que si alguna vez fuí eco,
grito, llanto, poema inacabado
depués de tanta espera,
fue para vivirte de nuevo.
Que bastaron unas frases
prendidas de intranscendencía
y sin destino,
para cerrar el telón de tu culpa
y mi desvelo.
Puedes sentir que todo está resuelto,
caducado, consumido por el olvido.
Pero como tomar distancia,
avanzar, emprender el vuelo,
si mis alas penden todavía de tus brazos
y te me agarras fuerte,
y no quiero,
y no puedo
pedirte, de una vez por todas,
que me digas que me vaya.

Nicoletta Tomas- "Amantes-25" 





miércoles, 9 de enero de 2013

Deseo y desengaño

Le pidió unas frases, unas palabras.
Quería verse reflejado, como cuando uno se mira en la penumbra en un espejo y apenas distingue su silueta.
Pero ella sólo sabía dibujar con letras su cara, los labios, los contornos sabios aprehendidos de la suma de las pocas horas que había pasado junto a otro, que no era él.
Tenía vacias las manos.
Nada podía dar.
No aún.
Nunca.
El ayer se confundía con el hoy y los meses se trastocaban, porque apenas transcurrían.
No le engañó, no podía darle lo que quería.
Apenas una pincelada, quizá.¡Lo deseaba tanto!
Pero el desengaño es una hoja afilada y marcó su rostro.


viernes, 4 de enero de 2013

Cuatro de enero




Hoy he vuelto a ser gemido,
sol de enero entregado
a la persistencia de tu cuerpo.
Sombra que se arropa
en tu lecho,
bajo la tenue luz de tu ventana.