las noches insomnes sin estrellas.
Recordaré acaso tu voz, tu rostro, la tenue sonrisa
esbozada, el abandono callado de tus labios
perfectos, el inequívoco látido, el temblor
que anticipaba tu llegada. Tus manos.
Me entretendrá aún la sombra de tu cuerpo
desnudo, el dulce aullido desfallecido de tu entrega,
el soplo, los tambores, el grito triunfante de mi goce.
El aroma de ti, en mi pliegues impregnado.
Te nombrarán si, los versos asonantes de mis rimas
mientras canten los grillos y resplandezca la luna,
mientras me envuelvan las mismas rutinas,
las mismas gentes y recuerde tus ojos.
Pero si nunca te amanecí, si apenas me estrechaste
entre tus brazos, si tan poco de ti obtuve.
¡ Qué me quedará de ti, amor, cuando se me olvide
pronunciar tu nombre, se pierdan los ecos,
las palabras, de tu huella el rastro ! ¡ Qué me quedará
de ti cuando sin estrellas, me cerque la noche !
Noche estrellada de Vicent Van Gogh |