jueves, 16 de enero de 2014

Indeleble

Gustav Klimt

Mi razón fuiste tú, y este perderse entre poemas que casi había olvidado, acariciando palabras que contruyeran un puente, atajo en la distancia , la voz enmudecida si estabas, dardo con un solo destino.
Mala puntería la mía si a ese corazón le sobraban las palabras, si la piel no fue bastante y el silencio la llave de todas las respuestas.

El corazón no atiende a razones.

Olvidar, asumir ,justificar, terribles verbos en pos de un segundo, de una efimera caricia, del grito de goce compartido de un día.
Recordando tus labios, tu cuerpo en otros cuerpos,  a solas en las largas noches insomnes donde no estabas.

Cómo ella.

Cómo tal vez otras.
Con veinte años menos. Con todo por hacer. Con el mismo peso, la misma mueca en el rostro, la misma marca indeleble de haberte conocido y amado.





sábado, 4 de enero de 2014

Bajo control

Marx Ernst "Solitary and conyugal trees"

Volver a sentir este dolor viejo, malgastado, rechazado. Este dolor que no quiere reconocerse, escondido tras propósitos viciados tan llenos de sentido común.
Todo está bajo control en esta mujer madura, de manos atadas y corazón huidizo.
Nunca lloverán las palabras que aclaren, que consuelen, que den sentido a esa larga espera y recojan en un puño tanta lágrima derramada.
Las heridas emponzoñadas se cierran falsamente y supuran por dentro. Corroen con sus largos dientes la carne abandonada, los besos acumulados, las promesas no resueltas, todos los sueños.
Sólo se quiere así pocas veces en la vida.
Pocas cosas duelen más que esta entrega no consumada, perdida en la nada, sepultada en el olvido de un cajón de sastre repleto de poemas.
En la nada de esta multitud de mujeres confusas, llorosas, de voces opacas y sueños perdidos.
Pobre legado heredado este que arrastra a tanta pena.
Y sin consuelo.
Sentir el dolor que suena a último, a rendición y abandono. A la desolación de las pasiones mutiladas, de los corazones heridos de muerte.
Sentir que no debe sentirse más.
Que todo debe acabarse.
Que el futuro no tiene su nombre.