Tengo miedo de asomarme
en el fondo de tus ojos
y encontrarme,
intacta,
verbo aún,
reflejo insólito
de días cálidos.
Despertándome
sobre tu cuerpo
lejos de mi alcoba.
Descubriendo el vértigo
de no reconocerme.
Y negarme.
Y de nuevo esperarte
allá, allá lejos,
dónde no existe
el olvido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario