Me deseaste felicidad y me regalaste un abrazo que recorría kilómetros de distancia y saltaba abismos.
Después, un año ya,un beso fugaz en mis labios trazó el camino de la entrega.
Poco importaban entonces las indiscretas miradas, ni los latidos al otro lado de la pared de aquella calle estrecha.
Felicidad, abrazo y beso......Nunca hubo un oráculo más confundido.
La mitología hindú señala que cuando las personas mueren sus almas se transforman en libélulas que esperan en la Naturaleza hasta renacer en otra persona.
ResponderEliminarLos abrazos son libéula porque se mutan en otra cosa y esperan no desaparecer con las ultimas luces