Playa soy.
Compacta, horadada por tu huella.
Desmenuzada, apelmazada,
pero firme y constante.
Me dejo llevar por tus envites,
y permanezco
acariciada por tu sol,
desposeída por el viento.
Llorando lágrimas de sal
al caer la tarde,
si no regresas.
El mar, reflejo en mis ojos
siguiendo las lineas que dibujas.
Los sentimientos, albatros al aire,
breve trazo de espuma, caracola.
El ocaso contenido en un suspiro
observa el vuelo audaz
de la pregunta.
"Nada más puedo ofrecerte".
Las olas lamen lentamente
un corazón de arena abandonado.
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